Los arcanos del Tarot Egipcio cuentan con diferentes elementos que los convierten en profundos y extensos mensajes universales. Repasemos la variedad de representaciones que contienen estas cartas.
En primer lugar observamos símbolos y jeroglíficos existentes en monumentos sagrados egipcios, basados en los principios místicos y filosóficos contenidos en el Libro del Thoth.
El orden numérico de los arcanos hace referencia a la vibración numérica junto a leyes y vibraciones cósmicas de los que se desprende su simbología general.
Las letras hebreas y simbología numérica de la Kabbalah condensan la tradición hebrea junto a las enseñanzas egipcias recibidas por Moisés, quien da origen a la ley ética denominada Thora.
Las figuras humanas o de animales pueden representar tanto a dioses como a mitos y arquetipos de su cosmogonía.
Los vegetales y frutos manifiestan a la naturaleza junto a sus ciclos y leyes.
Las figuras geométricas, planetas y colores establecen por asociación un cuadro más completo que busca conectar con el inconsciente y la sabiduría subyacente del alma humana.
Además los arcanos cuentan con una asociación astrológica que manifiesta energías planetarias junto a expresiones y cualidades básicas de los signos del zodiaco.
Los arcanos del Tarot se encuentran además, divididos por líneas que diferencian tres planos, estas líneas en oportunidades marcan formas cóncavas o convexas que aumentan su tamaño o elevan un plano sobre otro.
Estos tres planos son:
Plano superior: Divinidad – Dios – Espiritualidad – Intelectualidad – Mentalidad
Plano medio: Hombre – Humanidad – Afectivo – Emocional
Plano inferior: Universo – Instintos – Plano físico