La primera reacción de todos lo que se acercan por primera vez al tarot es asociar al arcano 13 con la muerte física. Esto no es así. Lo que esta carta trae consigo son transformaciones muy profundas.
Cuando aparece en una tirada habla de un proceso muy frecuente: llegar al fondo de uno mismo, a la depresión más extrema, para luego distinguir una pequeña luz y comenzar una nueva etapa con toda la energía renovada. En un plano simbólico, puede decirse que este arcano se relaciona con los tres niveles del mundo del ocultismo: infierno, mundo terrenal y mundo celestial.
El primero de ellos se dirige hacia abajo infinitamente; el segundo, se extiende en todas las direcciones de manera horizontal y el tercero, se dirige hacia lo alto, hacia el espacio infinito.
Más allá del simbolismo que acabamos de exponer, esta figura pertenece al plano del espíritu y se relaciona con la verdad, la verdad última e innegable, siendo también el símbolo de la desolación y la destrucción, después de la cual renace la vida.